El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas alertó en las últimas horas de que, tras la caída en Siria del régimen de Bachar al Asad, «más de 1,6 millones de personas corren el riesgo de ser desplazadas» y ha instado a «proteger a los trabajadores humanitarios». Los equipos del PMA en Siria «permanecen en la zona y brindan asistencia vital, a pesar de la escalada de la situación», indicó la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain, en una publicación en la red social X. «Como uno de los principales actores humanitarios sobre el terreno seguimos ampliando nuestra labor para garantizar que los alimentos lleguen a las personas necesitadas dondequiera que se encuentren», aseguró, antes de añadir; «Hay que proteger a los trabajadores humanitarios». En este contexto, la agencia de la ONU que se ocupa de la asistencia humanitaria y de alimentos «necesita urgentemente US$250 millones para evitar que millones de personas en Siria caigan en el hambre». «Más de 1,6 millones de personas corren el riesgo de ser desplazadas, además de los cientos de miles que ya se han visto obligadas a huir», aseguró. Y añadió: «El momento de actuar es ahora: hay vidas en juego».