La inflación de julio se situó en un 4%, la más baja desde enero de 2022, cumpliendo una de las promesas clave de campaña del presidente Javier Milei. Este dato, reportado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), refleja una desaceleración significativa en comparación con el 46% registrado en junio, marcando un hito en la gestión económica del actual gobierno.

El ministro de Economía, Luis Caputo, había anticipado esta tendencia descendente, subrayando que «lo más difícil ya se hizo». La desaceleración en el incremento de precios se alinea con las políticas de Milei, que buscan estabilizar la economía y reducir la inflación a niveles más manejables.

Esta cifra del 4% no solo representa un alivio para el gobierno, sino también un indicador positivo para la población, que ha enfrentado un prolongado período de inflación alta. Sin embargo, a pesar de esta mejora, la inflación interanual sigue siendo extremadamente elevada, con un acumulado del 2634% en los últimos doce meses. El camino hacia una inflación sosteniblemente baja aún es largo, pero el gobierno confía en que estas cifras son el comienzo de una tendencia más positiva​