ANALISIS DE LOS CONFLICTOS ENTRE LAS NACIONES.
Por Lic. Estefanía Basualdo Samper
Balaceras, atentados, linchamientos, lanzacohetes, lanzamisiles, drones; son los
instrumentos con que se manifiesta el odio generado por la ofensiva entre las
naciones. Lo observamos en Israel-Palestina, Isael-Irán (también Israel tiene
conflictos con Líbano, Siria, Yemen), Rusia-Ucrania, Armenia-Azerbaiyán,
Tailandia-Camboya, India-Pakistán. Otras guerras (con tensiones entre países,
crisis humanitarias y guerras civiles) menos visibles, de las cuales se debería
hablar más también están sucediendo en Sudán, Etiopía, Somalia, Myanmar,
República Democrática del Congo, la región del Sahel, Taiwán y Haití. Ante este
panorama vemos un aumento de la crueldad humana, que se debe frenar.
Los mandatarios de algunos países que están en guerra se disputan territorios y
toman decisiones como si jugaran un partido de ajedrez, con sus tácticas y
estrategias, jugándose la vida de miles de personas. Algunos presidentes hasta
rechazaron el “alto el fuego” tan pedido en la comunidad internacional, no aceptan
una tregua porque eso significaría perder poder. ¿Qué clase de poder sería aquel
que necesita matar, masacrar, para enaltecerse?
Por otro lado, quiero aclarar, en el caso particular de los conflictos bélicos que se
están dando, creo que los textos bíblicos nos proporcionan mensajes éticos y
pacifistas para confrontar las ideologías totalitarias. Es decir, en la actualidad los
textos académicos tienen más peso a la hora de analizar la realidad social, pero el
discurso político, que es tan valorado, se caracteriza por la “palabra adversativa”
(Eliseo Verón), y siempre va a llevar en la base del mismo el enfrentamiento, la enemistad, el antagonismo. Esta mirada la planteo específicamente en relación a
estos conflictos entre países, ya que la visión política de la división entre la
izquierda y la derecha es la forma de la estructura política en las sociedades (que
se ha intensificado en los últimos años) y como tal, ha empujado a que muchas
naciones se decanten a favor de un país u otro en determinados conflictos bélicos.
Caso más visible, el de Israel-Gaza. Pero, según mi parecer, los textos bíblicos
aportan una visión superadora de la perspectiva dicotómica izquierda-derecha,
ante estos enfrentamientos sangrientos que acontecen en el mundo. Es decir,
representan una alternativa reconciliadora ante este panorama de guerras.
Adiós a las armas. Es una obra clásica de la literatura que me ha hecho reflexionar acerca de la realidad planteada en los párrafos anteriores. Un libro de
Ernest Hemingway (1929), que trata la historia de amor entre un soldado italiano y
una enfermera británica, en la Italia de la Primera Guerra Mundial. Es interesante
citar este libro, porque algunos historiadores contemporáneos consideran que en
la actualidad se están dando algunos eventos similares a los ocurridos en el
escenario previo a la Primera Guerra Mundial, un dato importante a tener en
cuenta.
La obra trata acerca del desencanto de la guerra y de todos los argumentos que la
justifican y expone al amor como un refugio ante las adversidades. En el capítulo
34, el protagonista expresa: “El mundo quiebra a los individuos, y, en la mayoría,
se les forma cal en el lugar de la fractura”; refiriéndose a cómo el dolor transforma
a las personas. Es una historia conmovedora.
Ante la realidad de la guerra, la literatura nos brinda para el análisis una
perspectiva con más humanidad. Y es lo que está haciendo falta hoy, más
humanidad.
gabriel_editor
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